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Preguntas Frecuentes

En la industria alimentaria se utilizan principalmente puertas de acero inoxidable, puertas corredizas, puertas herméticas y puertas sobre vía de carriles. Estas soluciones permiten mantener la higiene, controlar la temperatura y cumplir con normativas sanitarias estrictas.

El acero inoxidable es altamente resistente a la corrosión, fácil de limpiar y soporta condiciones extremas. Es ideal para sectores donde la higiene, durabilidad y resistencia química son prioritarias, como plantas de alimentos, laboratorios o almacenes refrigerados.

Las puertas herméticas son sistemas diseñados para sellar completamente un espacio, evitando el intercambio de aire o partículas. Se utilizan en industrias donde se requiere control ambiental, como la alimentaria, farmacéutica, electrónica o de biotecnología.

Las puertas de impacto industrial están fabricadas para soportar golpes constantes de maquinaria o tráfico pesado. A diferencia de una puerta convencional, ofrecen mayor resistencia, durabilidad y eficiencia en áreas de alto tránsito, como almacenes o líneas de producción.

Las puertas corredizas son ideales para ahorrar espacio, facilitar el acceso de montacargas o vehículos y mejorar la organización de flujos dentro de instalaciones industriales. Pueden ser manuales o automáticas, y se adaptan a diversos tamaños de apertura.

Una puerta sobre vía de carriles es la mejor opción cuando se necesita cubrir accesos amplios o de gran altura, como los que se encuentran en naves industriales, muelles de carga o cámaras frigoríficas. Su sistema de desplazamiento facilita la operación segura y fluida.

El mantenimiento puede incluir lubricación de componentes, revisión de sellos, limpieza profunda y ajustes de rieles o bisagras. Realizar mantenimiento preventivo prolonga la vida útil de las puertas y garantiza su funcionamiento óptimo y seguro.

En ambientes con altos niveles de humedad, productos químicos o temperaturas extremas, el acero inoxidable es el material más recomendado. También se utilizan combinaciones con PVC, aluminio o recubrimientos especiales según las necesidades del entorno.

Se recomiendan puertas frigoríficas corredizas, abatibles o herméticas, fabricadas con materiales que aíslan térmicamente y soportan temperaturas bajo cero. Deben incluir sellos de alta eficiencia y opciones de automatización para un uso intensivo.

Una puerta segura debe contar con mecanismos de cierre suave, materiales resistentes, protección contra atrapamientos, sistemas de autocierre y ventanas de visión, entre otras características. También debe cumplir con normativas de seguridad laboral y de evacuación.

Existen dos principales tipos de puertas industriales. Las puertas de bisagras y las puertas correderas. Ambas ofrecen distintas ventajas para sectores y necesidades específicas, sin embargo, se caracterizan por su robustez y alta resistencia en espacios críticos. 

Para accesos de gran tamaño se utilizan puertas corredizas sobre vía de carriles, puertas rápidas, puertas seccionales o enrollables. Estas soluciones permiten una operación ágil, segura y adaptable al flujo de trabajo y a las condiciones del entorno.

Sí, muchas soluciones industriales se fabrican a medida para ajustarse a las dimensiones, condiciones de operación y requisitos específicos de cada industria, como cámaras de refrigeración, zonas limpias o almacenes logísticos.